Mi historia se remonta a hace años, específicamente al tiempo en que estaba estudiando en la universidad. Yo entré a la universidad el año 94 y, sin miedo a equivocarme, creo que debo ser parte de las primeras generaciones en usar Internet más allá del campo de investigación en que fue generada, mucho antes de su masificación.
Recuerdo que mis primeros acercamientos fueron a punta de terminales y sólo interfaces de textos, “navegando” por grupos de noticias, BBS, Gopher y otros tipos de aplicaciones que los más “clásicos” (por no decir viejos) recordarán.
Luego de eso vino el boom de Internet, la famosa WWW (world wide web), la red de redes, donde las interfaces gráficas de los navegadores acercaron la red al público masivo y que hasta el día de hoy siguen creciendo llevando al usuario a relacionarse cada vez de mejor manera con el cyber mundo.
Pero volviendo a la idea principal de esta nota, el inicio de la masificación de Internet comenzó en las universidades, por lo mismo el material disponible en ellas era de mayor interés para estudiantes (no me refiero a pornografía).
Muchos trabajos de investigación, papers, teorías e ideas comenzaron a estar disponibles para el uso y abuso de los estudiantes y el público en general.
Así es como se comenzaron a hacer famosos los primeros sitios donde se podía encontrar información de uso común para quien necesitaba de ella sin querer hacer mucho esfuerzo.
El “Rincón del Vago” fue un ícono de esta primera etapa, que a su vez marcó el nacimiento de 2 tipos de usuarios: el Productor, quien generosamente publicaba sin fines de lucro y con la sola intención de colaborar con su grano de arena a la biblioteca global, y los Consumidores, quienes se veían directamente beneficiados con el trabajo de los productores y que impunemente podían hacer uso del material publicado como si fuera propio.
Este tipo de sitios, y junto a las herramientas, marcaron la nueva forma de investigar de la llamada Generación X, apoyada por la tecnología, con ánimo de innovar, con ímpetu en el uso de Internet y explorando sus posibilidades. Esta generación es la que empezó a darle forma a los términos publicar, compartir, complementar, los que son la base de lo que hoy conocemos como redes sociales y sistemas colaborativos.
Actualmente las nuevas generaciones (de múltiples denominaciones según el autor que se quiera citar) han evolucionado en la forma de mirar Internet. Hoy hablamos de nativos digitales, de seres 100% colaborativos en su forma de interactuar, y que ven en las redes sociales más que distracción, nuevas formas de interacción, y comunicación.
Es cosa de ver cómo estudia esta generación versus cómo lo hicimos muchos de nosotros.
La mezcla de paradigmas es la que hoy nos ha llevado a un cambio en la forma de ver la tecnología. A este cambio es el que se le ha denominado Web 2.0., que marca la tendencia a amalgamar a productores con consumidores.
Las plataformas hoy se basan en el feedback que los consumidores entregan a los productores para continuar con su labor, a su vez de esta forma mueven a los consumidores de su posición cómoda y parasitaria a la tribuna de opinión, lo que es el primer paso a la producción de contenido.
La tecnología no es la causante de que las mentes se abran, sólo facilitan la exposición del pensamiento, intereses y opiniones.
Leí hace muy poco que ésta es la mejor época para hacer periodismo, pero la peor para ganarse la vida así. Esto me hace mucho sentido; la cantidad de contenidos e información es impresionante, es cosa de suscribirse a los “feeds” de una serie de sitios con temáticas de nuestro interés y podremos mantenernos al día o al menos informado.
Como dicen en Radio Bío Bío “El hombre que no está informado no puede tener opinión, y el hombre que no tiene opinión, no puede tomar decisiones”.
Una vez que tenemos intereses, opinión, idea o lo que sea, podemos encontrar muchas plataformas para volcar lo que generamos y en el formato que queramos, ya sea éste un blog donde escribir nuestros pensamientos, guardar recuerdos, una cuenta twitter donde relatar, destacar y compartir ideas de nuestro interés, facebook para contarles a nuestras amistades como va nuestra vida…
Uff ejemplos, plataformas y potencialidades hay millones… es cosa de buscar la que se ajuste a nuestros intereses, de seguro se puede encontrar algo a nuestra medida y no será difícil darse cuenta que no estamos solos en este mundo virtual que es cada vez más real.
Definitivamente, ya dejé de ser un simple consumidor, hoy también produzco contenido, quizás nada de gran altura, ni de interés masivo, no es tampoco esa mi intención. Sólo dejo mis bytes en el aire para quien los necesite o quiera visitar. Misión cumplida.
“Al final, utilizas Internet cuando lo necesitas. Es como cuando empiezas a ir al supermercado, que compras todas las ofertas y después ya sabes que tienes que comprar una lata de atún y un bote de suavizante”, Joaquín Oristrell.
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