¡¡¡Wena Naty!!!

Una frase que más que seguro hemos escuchado en este último tiempo, ya que ha causado un revuelo mediático bastante considerable. Pero fuera de espantarnos y hacer una apología a lo “decadente” que puede estar nuestra sociedad, los invito a mirar más allá y ver cómo nosotros también podemos estar contribuyendo a este ocaso.

Lamentablemente día a día vivimos sin cuestionarnos la real trascendencia de nuestro actuar. Si lográramos tener conciencia de cómo nuestras pequeñas acciones contribuyen a tejer nuestro hoy, nos daríamos cuenta que las herramientas están en nosotros y no fuera de nuestro alcance.

Sólo un cambio de actitud nos llevará muy lejos. Tendremos que convivir con la incomodidad propia de un proceso de cambio, pero saldremos de la mediocridad. ¡Qué fácil es criticar desde la distancia, sin siquiera informarse de la real dimensión de las situaciones! Lo peor es que con esto sólo logramos hacer crecer la estigmatización en todo orden de cosas.

Miremos más allá. Veamos las buenas acciones y seamos lo suficientemente fuertes para cuestionar lo que nos parece mal. No esperemos que alguien más lo haga. Seamos acción, fiscalización… pero que todo aquello parta desde nosotros.

En lo personal, no creo que todos los adolescentes estén viviendo una sexualidad desenfrenada e irresponsable. Tampoco creo que todos sean drogadictos ni alcohólicos. ¿Y si realmente fuera así? ¿Qué hacemos para cambiar eso? Como plantea el Kaizen, “Pequeños pasos, pequeñas acciones nos aseguran una mejora continua que con el tiempo se habrá hecho un hábito”

La invitación está hecha para que la próxima vez nos cuestionemos cosas tan simples como si es correcto hacer forward de un correo con material que pueda atentar contra la moral de quien lo recibe, o si no le estamos faltando el respeto a alguien cuando encendemos un cigarro.

El respeto, la acción y el involucrarse, nos permitirán dejar este mundo mejor que como lo encontramos. Ya lo decían Los Iracundos: “el mundo está cambiando… y cambiará más” (depende de nosotros).