Taxistas

Desde hace un tiempo y en rigor al tiempo me he hecho asiduo usuario de taxis en mi trayecto mañanero… es todo un mundo, es como si cada mañana el destino me regalar una nueva sorpresa… de hecho muchas veces he llegado a pensar que un taxi es el nuevo formato de una galleta de la suerte, una version asi como la tan nombrada web 2.0
Sin conciencia y solo extendiendo la mano se detiene ante mi un mundo nuevo en cada carrera, todo parte con la ruleta de autos a encontrar, pequeñas joyas que cada uno de sus conductores maneja como su propia obra de arte… desde el tunning externo con bramador y aleron incluido y otros con chicheria e iconografia interna.
Por otro lado el conductor es un capitulo aparte, no falta el que tiene complejo de Fitipaldi y pistea como un campeon por las calles de santiago o el que ya sea por su estado de dudosa graducacion alcoholica o por su edad ya no tienen el control de vehiculo y que en cada maniobra pareciera que se juegan los milimetros de suerte que la vida les ha regalado.

Tampoco flata el taxista canchero que le gusta contar historias… el que se agranda contando de cómo las minas casi se les tiran encima en cada carrera, tambien esta el que cuenta su historia de vida o el que siente que tiene la mision de dejarte informado del acontecer nacional e internacional, con opinion incluida.

Todos los dias son una sorpresa, una invitacion a vivir la vida con un color diferente, el sorteo va desde la musica que se escucha que te inyecta de diferentes vibraciones para el resto del dia.

Santiago tiene su fauna, y queramoslo o no, los taxistas son parte de ella, le dan matices a la ciudad y pintan de sensaciones el gris asfalto que nos rodea, quizas no son tan famosos ni pintorescos y les falte mucho del glamour que tienen los taxis en New york, pero tienen su propia mistica, mistica que deberia estar incluida en las guias turisticas de chile… eso si con la advertencia de tener ojo en el taximetro, y el riesgo de estafa… pero es parte de la aventura.